¿Qué está pasando en la frontera entre Bielorrusia y Polonia?

09.11.2021

En muchas ocasiones hemos oído hablar de violaciones de derechos humanos en fronteras como la de Marruecos y España, o bien en la de Grecia y Turquía, pero en las últimas semanas, personas solicitantes de asilo han visto vulnerados sus derechos en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.

Como ocurriría en mayo de este año, las personas solicitantes de asilo se convierten de nuevo en carne de cañón, tratados como meros objetos de intercambio o de presión. Hoy hablamos de Polonia (también Lituania y Letonia), acusando a Bielorrusia de "empujar a miles de migrantes a su país". Cada país acusa al vecino de estar redirigiendo a las personas solicitantes de asilo a sus fronteras, provocando una "crisis de refugiados", Polonia declarando "estado de emergencia". De nuevo, como ocurriría entre Marruecos y España el pasado 17 de mayo de este año, los gobiernos y gobernantes juegan con la seguridad y con la vida de estas personas para ejercer presión política.

A principios de julio, fuentes de El País aseguran que el líder bielorruso, Lukashenko, comenzaba a trasladar a miles de migrantes procedentes del aeropuerto de Irak a la frontera con Lituania, más tarde haría lo mismo, empujando a los migrantes hacia la frontera con Polonia.

Durante los meses de verano la situación en la frontera ha empeorado: Polonia, Letonia y Lituania acusaron a Lukashenko de intento de "desestabilizar" la UE ante las sanciones impuestas a Bielorrusia a lo largo del año. El problema es que ante esta situación los que salen perjudicados y sufren más fuerte las consecuencias son precisamente personas en situación de extrema vulnerabilidad que llevan viajando (por rutas peligrosas y poco transitables) de un país a otro, semanas, en búsqueda de un hogar o un país que los acoja.

Lejos de entender y atender a las personas que llaman a las puertas, los gobiernos (y por tanto la UE) han decidido que la solución es aumentar la vigilancia y desplegar militares; además, en el caso de Polonia, construir una valla de 2,5 metros de altura en los 418 km de frontera que divide ambos países, que se intuye costará 350 millones de euros. Otra de las medidas tomadas por el gobierno polaco, ha sido la de aprobar una reforma de la ley de extranjería por la que el gobierno podría permitir expulsiones inmediatas, sin considerar ni atender siquiera la solicitud de asilo, según indican fuentes del Confidencial.

Y así continuamos, gastando dinero en material armamentístico, creando muros en lugar de caminos. Generando miedo y violencia. Atormentando a familias, niños que en ocasiones viajan solos, mujeres embarazadas en lugar de darles un espacio seguro. Un hogar.

Fuentes del diario.es también denuncian la actitud de la UE y de Bielorrusia ante esta situación. Polonia aprobó una reforma para devolver a cualquier migrante, también solicitantes de asilo, sin ser siquiera atendidas estas solicitudes como dictan normas y regulaciones europeas. Por su parte, Bielorrusia no los deja entrar al país. El resultado son miles de personas desesperadas, esperando a la intemperie, soportando frío y hambre, a que alguien les permita entrar.

La corresponsal internacional de Euronews, Valérie Gauriat, cuenta para el mismo medio los testimonios de esas personas en ruta migratoria. Algunas de las personas en búsqueda de asilo, de mayoría siria y kurda, fueron detenidos durante una semana, entre las fronteras de Polonia y Bielorrusia sin comida, sin agua...La situación es crítica. Las temperaturas con la llegada del invierno a Europa no dejan de bajar. Hasta el momento, 7 personas han perdido la vida, pero activistas polacos denuncian que esta cifra podría ser mucho más alta y que puede elevarse por el frío, falta de alimentos, medicamentos, enfermedades etc.

Periodistas y ONGs han denunciado que no tienen acceso a la zona fronteriza, lo que causa más alarmismo, ¿Qué es lo que no quieren que veamos? ¿Quién no quiere que lo veamos?

Ante esta situación, como hemos indicado anteriormente, la UE y Polonia en este caso concreto, gasta dinero para levantar muros. La UE aumentó su gasto en financiación a Frontex. En lugar de gastar millones de euros en el personal necesario para atender a estas personas que huyen de la guerra, de crear así puestos de trabajo, de evitar muertes, de acondicionar lugares para el asilo provisional, etc., la solución para nuestros líderes es la creación de muros, el apoyo a la industria armamentística, la violencia como forma de respuesta, la muerte.

Queremos remarcar que varios medios han dado voz a ciudadanos polacos totalmente en contra de las medidas que su gobierno está tomando hacia las personas en búsqueda de refugio, mostrando preocupación y protestando en las calles para que se permita la entrada ante la llegada inminente del invierno, pues estas asociaciones conocen el resultado de mantener a la intemperie en invierno a mujeres, hombres, niños etc., sin un lugar adecuado donde refugiarse de las bajas temperaturas.

Debido a las imágenes y vídeos alarmistas que ocupan las redes en estos momentos, imágenes que incitan al nerviosismo, a actitudes racistas, a políticos cerrando fronteras, creando muros para "protegernos", desde Boza Sur queremos denunciar que el problema reside en las políticas europeas, en la externalización de fronteras, en el tratar a estas personas como meros objetos. Fuentes de la UE declaran que, "a finales de 2019, vivían en la UE el 10% de todos los refugiados del mundo y solo un pequeño número de los desplazados internos", por su parte, el porcentaje de refugiados en Europa era de un 0,6% del total de la población.

También queremos recordar desde Boza Sur, que en 2018 España fue sancionada tras incumplir con la cuota de solicitudes de asilo que el gobierno se comprometió a resolver, 19.449, de las que solo se resolvieron 2.500. No fuimos ni mucho menos el único país en incumplirlas. 

Alba Ramírez

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