La ley de extranjería. Una ley racista y excluyente.
¿Qué es la ley de extranjería?
La ley de extranjería es el nombre con el que se conoce la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social. Ha sido reformada en tres ocasiones desde su aprobación.
Es la norma española que regula la entrada y estancia de los extranjeros extracomunitarios en el territorio español, así como los derechos y libertades que se les reconocen.
Es enorme el impacto humano que el entramado de la Ley de Extranjería tiene en las vidas de las personas migrantes en nuestro país. Su mera existencia crea una jerarquía de personas con y sin derechos, un «ellos» y un «nosotros» y obliga a vivir a las personas migrantes en la clandestinidad.
La ley de extranjería es una ley racista y excluyente porque consolida una desigualdad de derechos entre españoles y extranjeros de dudosa constitucionalidad y crea racismo social al dar una visión negativa de la migración.
La ley de extranjería, un ley racista y excluyente
La ley de extranjería española condena a las personas migrantes a vivir 3 años en situación administrativa irregular - como poco. (¿De qué va a vivir una persona en España sin autorización para residir ni para trabajar durante tres años?)
Después de esos tres años te pide para poder regularizar tu situación un contrato de ¡40 horas!, y no tener antecedentes penales, algo que es realmente difícil, ya que muchas personas tienen antecedentes porque la venta ambulante esta considerada como un DELITO. Es decir, la ley penaliza la única forma que muchas personas encuentran para sobrevivir en nuestro país, condenandolas así a tener que vivir en situación irregular de forma indefinida. Como es el caso de los manteros y lateros.
El momento en que se aprobó la penalización de la venta ambulante lo que se pretendía, en realidad, era que las personas migrantes no pudieran jamás regularizarse porque así no sólo les constarían faltas administrativas (insuficientes para denegar una regularización) sino antecedentes penales.
Piensa por un momento en vivir 3 años de tu vida sin documentación en un país extranjero que te obliga a trabajar en condiciones completamente precarias, al margen de la ley y donde tus derechos laborales y sociales son inexistentes.
A eso condena la ley de extranjería española a miles de personas cada día.
La ley de extranjería criminaliza y obliga a las personas migrantes a vivir en la más absoluta precariedad y en la clandestinidad.
Algo de lo que muchos empresarios se benefician explotando y precarizando la vida de las personas migrantes en situación irregular. Como es el caso de los temporeros o de las empleadas del hogar y los cuidados, que se ven expuestos a continuas violaciones de sus derechos y que se encuentran en una situación increible de indefensión ya que la ley que debería protegerles es la que les precariza y les condena a trabajar esas condiciones.
También la ley de extranjería obliga a las personas migrantes a vivir con miedo a salir a la calle, porque si sales, te para la policía y no tienes papeles pueden encerrarte en un CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) y deportarte a tu país de origen.
Los CIEs son auténticas cárceles racistas amparadas por la ley de extranjería donde se priva de libertad a personas migrantes que no han cometido ningún delito y cuya única "falta" es administrativa: encontrarse en situación administrativa irregular.
Es posible pensar en una sociedad sin ley de extranjería, porque no debería existir una ley que crea dos categorías de ciudadanos.
Hay que encontrar otras formas de regular la llegada de personas, partiendo del derecho al movimiento y a migrar para buscarse la vida en cualquier lugar del mundo. Para que esto ocurra hace falta un potente movimiento reivindicativo que exija políticas radicalmente diferentes a las que se han llevado a cabo hasta ahora.
El principal problema es que existen muchos intereses para que esto no ocurra y poder así seguir aprovechando y explotando mano de obra barata, dócil y sin derechos.
LA LEY DE EXTRANJERÍA CRIMINALIZA, SEGREGA, EXCLUYE Y MATA, POR ESO ES NECESARIA SU DERROGACIÓN.